12 de diciembre de 2024

¿Quién es responsable de proporcionar los EPI?

En determinados lugares de trabajo, los EPI son necesarios para mantener la seguridad de los empleados. Los empresarios son legalmente responsables de proporcionar EPI gratuitos en estos entornos laborales. Pero, ¿cuál es el procedimiento para la formación sobre EPI y para las inspecciones, el mantenimiento, la limpieza, las reparaciones y las sustituciones continuas de estos equipos?

En este artículo, repasaremos todo lo que necesitas saber sobre las responsabilidades de los empresarios y los trabajadores en relación con la protección de los usuarios, ayudando a que su lugar de trabajo cumpla la normativa vigente.

¿Qué es un EPI?

Para comprender mejor el suministro de EPI, debe saber qué se considera EPI y para qué sirve. Según el Real Decreto 773/1997 sobre disposiciones mínimas de seguridad y salud relativas a la utilización por los trabajadores de equipos de protección individual, un EPI es:

«cualquier equipo destinado a ser llevado o sujetado por el trabajador para que le proteja de uno o varios riesgos que puedan amenazar su seguridad o su salud, así como cualquier complemento o accesorio destinado a tal fin»

En cualquier entorno de trabajo en el que exista un elevado nivel de riesgo para la salud y la seguridad de los trabajadores, es probable que se considere necesario el uso de EPI, tanto para reducir la probabilidad de incidentes como para mitigar la gravedad de los mismos en caso de que se produzcan.

Debido a la gran variedad de riesgos presentes en los distintos sectores, los EPI pueden incluir muchos tipos diferentes de prendas y equipos, como por ejemplo:

  • Ropa de trabajo de alta visibilidad
  • Cascos
  • Gafas de seguridad
  • Guantes
  • Ropa resistente a productos químicos
  • Ropa antiestática
  • Botas con puntera de acero
  • Mascarillas y respiradores
  • Protectores faciales

¿Cuándo se necesita un EPI?

Para determinar si un lugar de trabajo supone un riesgo suficiente para los empleados como para que sea obligatorio un EPI, el empresario debe realizar evaluaciones de riesgos periódicas. No llevar a cabo estas evaluaciones y no proporcionar EPI cuando sea necesario puede dar lugar a advertencias verbales y escritas, avisos de ejecución y, potencialmente, multas o penas de prisión (para los casos más graves).

Sin embargo, cuando se detecta un riesgo en el lugar de trabajo, el EPI no debe ser la primera opción. Siempre que sea posible, es mejor intentar eliminar el riesgo o aislar a los trabajadores de él. Las siguientes soluciones deben considerarse por orden, siendo el EPI el último recurso:

  • Eliminar el riesgo
  • Sustituir el peligro
  • Aislar a los trabajadores del peligro
  • Cambiar la forma de trabajar
  • Proporcionar EPI para proteger a los empleados

Por lo tanto, si un peligro identificado en la evaluación de riesgos de un empresario no puede eliminarse, sustituirse o mantenerse alejado de los empleados cambiando la forma de trabajar de las personas, es entonces cuando hay que proporcionar EPI.

Real Decreto 773/1997, sobre los equipos de protección individual

De acuerdo con el Real Decreto 773/1997, de 30 de mayo, sobre disposiciones mínimas de seguridad y salud relativas a la utilización por los trabajadores de equipos de protección individual (EPI), el empresario debe garantizar la utilización, por parte de los trabajadores,  de equipos de protección individual que los protejan adecuadamente de aquellos riesgos para su salud o su seguridad que no puedan evitarse o limitarse suficientemente mediante la utilización de medios de protección colectiva o la adopción de medidas de organización del trabajo

El empresario está obligado a:

a) Facilitar los EPI según los riesgos frente a los que debe ofrecerse protección, las partes del cuerpo a proteger y el tipo de equipo individual que deberá utilizarse.

b) Elegir los EPI y mantener disponible en la empresa o la información pertinente a este respecto, facilitando información sobre cada equipo.

c) Velar porque la utilización de los equipos se realice conforme:

  • La gravedad del riesgo.
  • El tiempo o frecuencia de exposición al riesgo.
  • Las condiciones del puesto de trabajo.
  • Las prestaciones del propio equipo.
  • Los riesgos adicionales derivados de la propia utilización del equipo que no hayan podido evitarse.

d) Proporcionar gratuitamente a los trabajadores los EPI que deban utilizar, reponiéndolos cuando resulte necesario.

e) Asegurar que la utilización, el almacenamiento, el mantenimiento, la limpieza, la desinfección cuando proceda, y la reparación de los equipos de protección individual deberán efectuarse de acuerdo con las instrucciones del fabricante.

¿Qué ocurre con los trabajadores autónomos?

Dado que los autónomos no tienen empleadores, ellos mismos son responsables de comprar y mantener sus propios EPI en caso necesario. Además, son responsables de garantizar que su EPI cumple las normas exigidas para el lugar de trabajo al que se incorporan, lo que significa que los clientes pueden pedirles que lleven un EPI más avanzado si su lugar de trabajo lo requiere.

Una excepción a esta norma es que un autónomo trabaje para un único cliente a tiempo completo, ya que en ese caso se le consideraría un empleado y tendría derecho a recibir EPI gratuitos de su empresa.

¿Cuáles son las responsabilidades del empleado?

Toda la responsabilidad legal del cumplimiento de los EPI en el lugar de trabajo recae en el empresario. Sin embargo, es muy importante que empresarios y empleados trabajen juntos para garantizar que se proporcionen los EPI adecuados y se lleven correctamente, ya que las consecuencias del incumplimiento de las normas sobre EPI pueden ser muy graves.

Los trabajadores tienen derecho a denunciar si creen que deberían disponer de EPI en su lugar de trabajo, o si disponen de EPI pero no ajustan bien, están desgastados o no son adecuados para su finalidad. Los empleados deben participar plenamente en la formación sobre EPI en el lugar de trabajo (que debe impartir el empresario) para que sepan cómo llevarlos correctamente, cuidarlos e identificar los fallos. Si un empleado detecta problemas con su EPI, debe notificarlo inmediatamente a su empresario, que es responsable de corregir el problema.

Lamentablemente, aunque se imparta una formación exhaustiva sobre los EPI y se solucionen rápidamente sus problemas de mantenimiento, es posible que algunos empleados no los lleven correctamente o se nieguen a llevarlos. A menos que el trabajador tenga razones legítimas para no llevar su EPI, el empresario debe asegurarse de que el empleado lo lleva correctamente en su puesto.

Por este motivo, lo mejor para el empresario es colaborar estrechamente con sus empleados para proporcionarles una formación exhaustiva y abordar rápidamente cualquier problema relacionado con el mantenimiento. Todo esto es responsabilidad del empresario, por lo que, para protegerse legalmente, las empresas suelen definir sus expectativas de cumplimiento de los EPI en los contratos de trabajo, lo que les permite despedir a los empleados que se nieguen a llevar sus EPI.

¿Qué ocurre con otros tipos de ropa de trabajo?

El empresario no puede cobrar a sus empleados por los EPI que estos deben llevar en el trabajo. Sin embargo, las cosas se complican un poco cuando se trata de prendas que técnicamente podrías llevar fuera del trabajo.

Si se tiene que llevar en el trabajo un uniforme especializado que no entra en la categoría de EPI, su empresa no está obligada legalmente a proporcionarlo. No obstante, es posible que se tenga derecho a una desgravación fiscal por vestuario laboral.

Esta bonificación solo se aplica al mantenimiento, limpieza y reposición de uniformes que son necesarios para su trabajo y solo pueden llevarse mientras se trabaja. Por ejemplo, las casacas y pantalones sanitarios, los uniformes de policía y otros tipos de atuendos de respuesta a emergencias son uniformes de trabajo fácilmente reconocibles que se requieren en el trabajo y no pueden llevarse como ropa de diario, lo que significa que tendrá derecho a solicitar la desgravación fiscal por vestuario laboral si lleva estas prendas.

Sin embargo, no se tiene derecho a la desgravación fiscal por vestuario laboral si necesitas llevar trajes de negocios o prendas de un color determinado para tu trabajo, ya que estas prendas también se pueden llevar fuera de este.

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